miércoles, 27 de abril de 2011

26: Callendo en picada

Las cosas habían estado bastante normales desde aquel insidente; bueno, tan normales como se suponía que podían ser. Pronto se terminaba el año, y yo seguía de novia con ricardo, pero Cloe y bruno habían cortado, Zoe y Giovanni también; por lo que a mi me asustaba mucho.

Ricardo llamó a mi casa para invitarme al parque.

- Hey Alice, ¿Te gustaría vernos en el parque?
- Si claro, nos vemos a las 4.
- Esta bien, adiós-
- Te quiero - dije y colgó

No sabía que estaba pasando, había estado muy seco los últimos días y aunque le había preguntado, su respuesta nunca había psado de un seco y monotono "nada"

Me alisté para ir al parque, las salidas "sola" se habían hecho más comunes en mi casa, así que ir al parque no sería un problema.

Tomé mi bolsoy salí en dirección al parque.
Por mi mente pasaba un mundo de cosas. Pero más pronto que nada llegué y lo vi.

Estaba tan lindo, con su bella sonrisa que yo tanto admiraba, aunque... algo tenía, no se le veía contento; yo lo sabía, lo conocía bien como para decir que la sonrisa era falsa. Puso la misma cuando trató de consolar a Bruno por lo de Cloe y ella.

En la mano derecha tenía una rosa y en la izquierda una hoja. No sabía que sería eso, pero no me daba buena espina.

Me tendió ambas al mismo tiempo y justo después de que las tomara se echó a correr. Traté de seguirlo pero otra de sus cualidades: era bastante rápido. Pronto me dejó atrás. Sola con una carta y rosa en mano.

Me senté en una banca y sopesé lo ocurrido unos instantes.No tenía más remedio que abrir la carta, pero presentía lo que contenía.

*" Hola Alice, no puedo soportarlo más. Tu sabes que he estado distindo durante unos cuantos días, y tienes derecho a saber la razón. Me he enamorado de alguien más y no quiero hacerte sufrir haciendote creer que aún te amo. Por todo, muchisimas gracias y lo siento mucho de verdad...

Te quiero Alice y me gustaría que fueramos amigos.

Ricardo "*


Sin pensarlo demasiado comencé a llorar, un sentimiento horrible. Y en mi garganta se había atorado mi corazón. Siempre me habían descrito como una persona que no espresa demasiado mis sentimientos; pero a Ricardo había abierto la puerta de mi corazón, y ahora salía de el dejandolo vacío sin nada por lo cual luchar.

Estuve un buen rato llorando, tal vez una o dos horas, pero comenzaba a oscureces. Así que decidí iniciar mi calvario de regreso a mi casa. Cuando me levanté de aquella bancame di cuenta de que aún,en mi mano, yacía una rosa; una bellísima rosa roja, cuyo propósito había sido endulzar la amargura. La acerqué a mi nariz e inspiré. El delicioso aroma no tuvo efecto alguno en mi, por lo que arrojé aquella bella flor sin culpa alguna lo más lejos que pude. Corrí hacía mi casa aún sollosando, entré haciendo el menor ruido y fui a mi cuarto.

Lloré amargamente hasta que el sueño me venció.

1 comentario:

  1. ahhhh no se enamoro de cinthia no puedo creer :( ahhhh pobre alice, nooo ahhh estaba tan bonita la historia, ahora necesita olvidarlo con un chavo nuevo woooow me enacanta la maenera que escribes como si trasmitieras felicidad me encanto tu blog y si puedes pasa por el mio http://confusahistoriadeamor.blogspot.com/
    me encanta tu historia :) y espero publiques pronto :D

    ResponderEliminar

Si comentan me hacen una personita feliz... =)